Érase una vez una niña llamada Isabel. Era una niña muy mentirosa y un día tuvo un accidente.
Entonces se quedó sorda y nadie le creía. Sus padres sí le creían. La llevaron al médico.
Pasaron unos cuantos días y el médico le dijo que estaba sorda. Los chicos se burlaban de ella diciendo que era una mentirosa. Menos mal que ella no los escuchaba. Las amigas se empezaron a preocupar porque Isabel no mentía en una cosa tan seria. Llamaron al médico. El medico le dijo que tenia solución pero que tenia que esperar dos años.
Ella le decía a sus padres:
-Papis, en la escuela se ríen de mi porque lo siento con el corazón, porque me señalan y veo como se burlan de mí.
El chico que le gusta se ríe mucho de ella. Lloraba todas las noches en su cuarto porque se sentía muy sola, porque no tenia a nadie con quien compartir sus sentimientos. En clase siempre lloraba porque nadie la entendía. Isabel estaba muy triste. ¿ Cómo os sentiríais si fueseis sordos? ¿A que no os gustaría?
Bueno, pasaron dos años y el médico le hizo la operación a Isabel... ¡Y ya podía oír! Isabel estaba contentísima .
6 comentarios:
¡Marina, muy bien! Has expresado, en el texto que has escrito, el sufrimiento de las personas con alguna discapacidad y la felicidad que sienten cuando salen de ella. Es importante respetarse siempre unos a otros, en todos los momentos y lugares, y no meterse con nadie. Porque se sufre muchooooo. ¿Verdad que sí?
¡Adelante, campeona! Sigue escribiendo con sosiego, tranquilidad y paciencia.
¡Qué imagen más chachi piruli!
¡Me encantó que la niña se pusiera bien!
Gracias por oir, por sentir, por llorar...
Gracias a los médicos que nos curan.
Marina muy bien.Veo que te has esforzado.Sigue así.
me encanta lo que has escrito guapa
Muy bien.Me ha encantado.
Muy bien eres fantástica, que bonito me a gustado mucho.
Guapa de tu amiga lucila
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